El trabajo de Carolina Cross se caracteriza por utilizar el error como una construcción estética .
A diferencia del común de escultores o ceramistas donde la cerámica se esconde detrás de esmaltes con pigmentos de color, el trabajo de Cross hace justamente lo contrario. Con la utilización de esmaltes transparentes, sus obras logran resaltar el color natural de la pasta. Estas características hacen que el trabajo de Carolina se convierta en algo único, no solo por el énfasis en el error, si no por exaltar la nobleza de los materiales en su estado más puro.
Su trabajo se caracteriza por crear piezas simples y orgánicas que recrean las formas propias de la naturaleza.